
Ciro
CEOMovil
Un hombre asistió a una discoteca en Ibiza para celebrar algo grande, pues se animó a comprar una botella de champán de 34.000 euros. Poco tiempo después de pedirla, llegó a su mesa la valorada botella, bajo la expectación del grupo.
Feliz, el individuo agarró la bebida, sin llegar a imaginar lo que estaba a punto de suceder. El cliente del club agarró la botella con la mano izquierda y se preparó para descorcharla con la derecha, no sin antes posar para unas cuantas fotos, con tan mala suerte, que el frasco se le resbaló y se le acabó cayendo al suelo.
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